1.4.09

TELEMIERDA. Seres despreciables: Saadi Al Gaddafi, niño de papá (II)

Semanas atrás, habíamos dejado al bueno de Saadi sonriendo cual niño con zapatos nuevos en aquel castillo medieval, en lo que era su presentación en sociedad en una liga italiana que tendría el gusto de descojonarse de él en los años venideros... bueno, en años venideros y el mismo día de su presentación, pues el Perugia contrató para la ocasión a una serie de pagafantas y parados para que hicieran las veces de colegialas de Sábado noche, y llevaran pancartas al castillo al tiempo que coreaban absurdas consignas, con el consiguiente choteo de los periodistas serios y seres sin atisbo de retraso mental.

Y es que Saadi Gaddafi, otra cosa no, pero tonto, lo que se dice tonto, debe serlo un rato. Pongamonos en situación.

Por todos es sabido, y en Juanele tenemos una buena muestra de ello, que todos los tontos suelen ser niños de papá. Saadi es otro claro ejemplo de esta máxima, por ello, ni corto ni perezoso, para lo que sería una estancia en el Perugia de dos años, alquiló 13 habitaciones para el solito en el hotel más lujoso de la ciudad (sabrá Dios con qué oscuro propósito), aparcó su helicóptero en las cercanías del hotel (seguramente por si a la hora de la factura había que salir por piernas), y para finiquitar, se hizo traer su Lamborghini Diablo y su Mercedes blindado (con chofer y guardaespaldas, claro, o que coño os creeis que es esto) para llevarlos a los entrenamienos, y por joder a sus compañeros, más que nada.

Y ya que hablamos de los entrenamientos, empecemos por ahí. Gaddafi era de esos a los que no les gusta sudar, y mucho menos mancharse. Se entrenaba con absoluta pachorra, completamente de relax, y ni que decir tiene que durante el Ramadán se pegaba unas vacaciones que ya las quisiera el señor Pedro Solbes. Sin embargo, en defensa del muchacho, también conviene decir que su condición física, que en Libia igual era la repanocha, distaba mucho de la cualquier profesional del fútbol europeo, como Raúl o Jose Antonio Camacho. Y en estas estamos, cuando llegó la pretemporada.

A esas alturas, por mucho bombo que se hubiera dado al fichaje de éste pseudo futbolista, era sabido por todos que las perspectivas de que jugara un partido serio en el Calcio oscilaban en unos porcentajes del 0% y el 0%, sin embargo, nadie dijo que no pudiera salir a echarse unas risas en pretemporada. Y vaya si lo hizo el cabrón. En pleno verano, el Perugia concertó un partidillo de coña contra una peña de aficionados llamada Virtus Bassano. El partido acabó 12-0 a favor del Perugia, y Saadi marcó dos goles....

Cuenta la leyenda que tras perforar por primera vez la portería del cancerbero del Virtus, un pobre hombre llamado Fabio Visentin, de profesión carpintero, Saadi se lanzó en sprint hacia el corner ante la atónita mirada de sus compañeros, rivales y jubilados que pasaban por ahí, para, una vez allí, arrodillarse y levantar los brazos al viento en señal de júbilo. La instantánea de semejante celebración valdría ahora mismo millones de euros si a algún fotógrafo se le hubiera ocurrido pensar por un segundo que Saadi iba a ser tan tonto como para hacer una gilipollez semejante, y más teniendo en cuenta que antes del partido a los pobres jugadores aficionados se les dejó claro que, como miembro del ilusitrísimo dictador Gaddafi, ese que puede dejarnos sin petróleo al tiempo que se rasca los huevos, a Saadi había que tratarlo con cariño, amor, y respeto.

Y esa era la vida de Saadi en el Perugia. Le invitaban a los entrenamientos si le venía bien, le invitaban a pelotear en partidillos contra equipos aficionados, e incluso lo incluyeron simbólicamente en un par de convocatorias para que tuviera el honor de ver el partido a ras de céspes (pero el balón, ni tocarlo). En definitiva, Saadi, al fin y al cabo, demostró ser un buen tipo, y caía bien. Tal vez por eso, los del comité anti dopaje, para no ser menos que los demás, le invitaron un día a mear en un frasquito, pero de buen rollo. El buen rollo se terminó cuando el resultado de los analísis dió positivo por un derivado de la nandrolona.

El mundo entero se descojonaba de Saadi, que pasaría a la historia como primer jugador que da positivo y es sancionado sin jugar de forma oficial ni a las chapas. Y a pesar de que su presidente lo defendió públicamente, la realidad era bien distinta.

Basta con decir que durante su estancia en Libia, Saadi tenía como entrenador personal al señor Ben Johnson, un velocista descalificado a perpetuidad de todo y para todo por su consumo abusivo de todo tipo de mierdas. Pero la cosa no queda ahí, porque Saadi también se pagó una pasta a Maradona para que le enseñara "trucos de fútbol". No creo que haga falta decir nada más.

Su periplo en el Perugia terminó, como ya he dicho antes, tras dos temporadas, en las cuales llegó a jugar unos cuatro minutos oficiales en un partido completamente intrascendente. De ahí pasaría (incomprensiblemente) al Udinese, donde continuó tocándose los huevos para terminar jugando los diez últimos minutos del último partido de liga, cuando ya no había posibilidad de que les jodiera la temporada de ninguna forma.

Finalmente, pasó otra temporada en la Sampdoria, donde, esta vez si, y con todo merecimiento, no jugó ni un sólo minuto. Y después, se retiró.

Esta es la historia de una leyenda viva, el antihéroe, el anti-fútbol. De su situación actual, nada sé, pero lo que si puedo decir con toda seguridad, es que sigue teniendo mucha pasta, y ni el mismísimo papá de Juanele podría hacerle sombra.

7 comentarios:

juanele dijo...

Que manía con que soy hijo de papa..
Bueno, luego comento mas extenso, que me está pitando el chofer con el claxon para que baje, que está el Buggatti en doble fila.

Traian Durden dijo...

If Juanele is not a Hijo de Papa we...dont't believe
Grande Oscar, te mereces un premio, esperemos que alguien te lo de

Viatovic dijo...

Dios, ese tio es el sueño de cuaquier tuercebotas de Regional...
jugar en la liga italiana, cobrar por no jugar y encima seguramente algun extra tendria...
simplemente CRACK!

juanele dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
GodZatu dijo...

Hombre Viatovic . . . cuando tu paga es de 34.376.876.345 trillones de dolares a la semana, lo de cobrar por jugar al futbol como que te da igual. Es algo casi pueril.

Pray for Moyo!

Anónimo dijo...

Se me olvidó comentar que cobraba aproximadamente 300.000 euros al año, y prometió donarlos a la beneficencia, aunque nunca se ha sabido si lo hizo o no....

Punk.SW dijo...

Qué vida más ajetreada la de este señor, este debió de sudar la gota gorda en sus 10 minutos anuales...
Qué dios... Ya me gustaría a mi cobrar por rascarse los huevos..-